¿Jefe o líder? Más allá de las etiquetas: Reflexiones sobre el verdadero liderazgo.
- 6 sept 2023
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"Jefe vs. líder" es un tema recurrente en las redes sociales y conversaciones sobre el entorno laboral. Se debate si existe una diferencia real entre ambos términos o si son simplemente sinónimos. Pero, ¿y si exploramos más allá de las etiquetas y nos adentramos en los estilos de pensamiento que caracterizan a cada uno? Hicimos esto con un equipo de líderes de la empresa 360Energy, en un Workshop en el que compartimos aprendizaje y reflexión sobre la forma de liderar personas, y alcanzar objetivos organizacionales.
Llegamos a conclusiones interesantes y decidimos compartirlas para reflexionar y aprender en comunidad.
Coincidimos en que el liderazgo efectivo requiere una combinación de habilidades concretas y rasgos de personalidad. Las habilidades concretas, como la planificación, la comunicación efectiva y la toma de decisiones, son fundamentales para dirigir y alcanzar los objetivos organizacionales. Pero también, como mencionó Steve Jobs, cofundador de Apple, "La gestión es hacer las cosas bien; el liderazgo es hacer las cosas adecuadas". Esta cita resalta la importancia de tomar decisiones estratégicas, centrarse en el propósito más allá de las tareas diarias y creo también en la habilidad de saber cuándo es momento de cambiar.
Por otro lado, no debemos olvidar las competencias o habilidades, como la empatía, la inspiración y la confianza, que son clave para conectar con los demás, fomentar un ambiente de trabajo colaborativo y promover el crecimiento individual. Como dijo Maya Angelou, poeta y activista: "La gente olvidará lo que dijiste, la gente olvidará lo que hiciste, pero la gente nunca olvidará cómo los hiciste sentir". Esta poderosa frase subraya la importancia de la conexión emocional y la empatía en el liderazgo.
La teoría de los estilos de pensamiento de Benziger propone que las personas tienen preferencias naturales hacia ciertos modos de pensamiento, divididos en dos categorías principales: el pensamiento izquierdo (lógico – estructurado) y el pensamiento derecho (intuitivo y emocional).
A menudo, a los jefes se los asocian con rasgos propios del pensamiento izquierdo, como la planificación, la lógica y la organización. Su enfoque está en la eficiencia y el cumplimiento de la planificación y los objetivos establecidos. Por otro lado, a los líderes se les asocia con rasgos más alineados con el pensamiento derecho, como la empatía, la inspiración y la visión. Su enfoque se centra en conectar con las personas, promover la colaboración y fomentar un ambiente de trabajo inspirador y creativo.
La pregunta desafiante que surge es: ¿Qué es más importante, ser un jefe con habilidades estructuradas o un líder con rasgos inspiradores? La verdad es que no hay una respuesta única. Cada situación y equipo requiere un enfoque diferente. Algunas tareas pueden necesitar una dirección clara y estructurada, mientras que en otras circunstancias la inspiración y la empatía pueden ser fundamentales para alcanzar el éxito.
Es importante reconocer que ambas preferencias de pensamiento son valiosas y pueden coexistir en un líder efectivo. La clave radica en encontrar un equilibrio o una estrategia, que integre los aspectos estructurados y lógicos del pensamiento izquierdo y la intuición, la creatividad y la empatía del pensamiento derecho.
Al incluir los estilos de pensamiento de Benziger en la conversación sobre el liderazgo, surge una perspectiva fascinante. ¿Es posible que un jefe se convierta en un líder al desarrollar sus preferencias de pensamiento derecho? ¿O es necesario que los líderes naturales ya posean una inclinación hacia el pensamiento derecho para ejercer un liderazgo efectivo?
Quizás la respuesta radique en el reconocimiento y el desarrollo de nuestros estilos de pensamiento naturales. Aquellos con una preferencia dominante por el pensamiento izquierdo pueden esforzarse por ampliar su perspectiva, cultivando la empatía y la creatividad. Por otro lado, aquellos con una preferencia natural por el pensamiento derecho deben trabajar en fortalecer su enfoque en la planificación y la organización.
El objetivo es aprovechar las fortalezas inherentes a cada estilo de pensamiento y utilizarlas de manera complementaria en los equipos. Como dijo Carl Jung, el psicólogo y fundador de la teoría de los tipos de personalidad, "La verdadera madurez viene con la capacidad de equilibrar y armonizar las contradicciones opuestas dentro de uno mismo".
La diversidad de estilos de pensamiento en un equipo puede ser una fortaleza invaluable. Al reconocer y valorar las diferentes perspectivas, podemos fomentar la colaboración, la innovación y el crecimiento mutuo. Como dijo Helen Keller, "Solo podemos lograr un cambio positivo y un éxito duradero cuando nos unimos en la diversidad".
Es importante recordar que el liderazgo no se limita a un solo estilo de pensamiento. No hay una fórmula única para el éxito del liderazgo. Cada líder tiene su propio estilo, moldeado por una combinación única de formación, experiencias, conocimientos y preferencias de pensamiento.
Al incorporar estos conceptos a nuestra reflexión sobre el liderazgo, ampliamos nuestra visión y nos abrimos a nuevas posibilidades de desarrollo. Cada persona es líder único y tiene el potencial de dejar una huella positiva en su equipo y en la organización.
Te invito a continuar con esta reflexión que comenzó en un Workshop. ¿Cómo crees que los estilos de pensamiento influyen en tu liderazgo? ¿Qué tipo de estilos valoras más? ¿Crees importante complementarte con tu equipo? Comparte tus opiniones y experiencias en los comentarios. Juntos, podemos enriquecer nuestra comprensión sobre el liderazgo y fortalecer nuestro impacto en el mundo laboral.
Por Andrea Pérez
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